Cada vez vemos más artículos en revistas médicas sobre el uso de las células madre en la especialidad de Cirugía Ortopédica y Traumatología. Enfermedades que hoy en día no tienen cura, sino apenas tratamiento, podrían tener una solución “definitiva” en un futuro. La artrosis, los problemas de consolidación del hueso y la necrosis avascular, son problemas en los cuales se está trabajando actualmente.
Son células del organismo cuya función no se ha definido, su destino no se ha decidido, y que, mediante condiciones adecuadas pueden convertirse en células especializadas.
También son llamadas células troncales, y su nombre en inglés es “stem cells”
Existen dos tipos de células madre: las embrionarias, tomadas de fetos, y las adultas, tomadas de tejidos como la médula ósea. Tradicionalmente se han considerado a las células madre embrionarias como células pluripotenciales, es decir, que se pueden convertir en cualquier tipo de célula, mientras que las células madre adultas sólo son multipotenciales, o sea, se pueden convertir énicamente en un determinado tipo de células.
La importancia es que pueden llegar a ser una fuente de tejidos para que el traumatólogo repare estructuras dañadas, como huesos, articulaciones o tendones. Los mamíferos tenemos capacidad muy limitada para la regeneración de tejidos, por ejemplo, no podemos hacer como una lagartija, que pierde su cola y la reconstruye con el tiempo. El uso de células madre puede, en teoría, hacer que el cuerpo regenere algunos daños.
Ya se están dando algunos pasos en concreto en este campo: En el año 2006 los traumatólogos españoles Drs. Ripoll y De Prado realizaron, en Murcia, la implantación de células madre en la cabeza del fémur de un paciente de 45 años. El diagnóstico del paciente era el de una necrosis avascular de la cabeza femoral, patología tratada tradicionalmente con una prótesis de cadera.
No es la primera vez que se emplean estas células madres en la traumatología, en el Hospital Robert Jones de Inglaterra se han utilizado en el tratamiento de fracturas que no consolidan (pseudoartrosis).
Existen áreas donde el uso de células madre resulta prometedor, por ejemplo, el uso en pacientes con lesión medular, y que actualmente están condenados a una silla de ruedas. A pesar de que los experimentos con ratones han resultado parcialmente exitosos, su aplicación a los humanos está lejos de ser una realidad. El desarrollo de estos tratamientos está, como se dice coloquialmente, en pañales.
En Estados Unidos se está trabajando en la investigación del uso de las células madre en el tratamiento de la artrosis, enfermedad que afecta a más del 60% de la población de la tercera edad. Se emplean estas células para sustituir el cartílago desgastado, pero la calidad del cartílago regenerado todavía no es buena.
La investigación con células madres embrionarias está detenida en algunos países por problemas éticos tales como: •¿Se puede permitir la “fabricación” de embriones para luego usar sus células como “repuesto”?•
En EE.UU., el gobierno del presidente George W. Bush tomó la decisión de prohibir la creación de embriones humanos sólo para que sirvan como fuente de células madre, pero el actual presidente Barack Obama levantó estas restricciones. Sin duda vamos a escuchar hablar de estas células por mucho tiempo.
Las Células Madre, son consideradas como células que curan, como si se tratara de un medicamento y por tanto llevan una legislación muy concreta.
En España pueden usarse las que se extraen del paciente adulto ““generalmente de la espina iliaca antero superior- tomando una muestra variable de contenido sanguíneo.
Esta sangre se ultracentrífuga a gran velocidad alcanzando altas concentraciones de células madre multipotenciales que puede ser administradas en áreas afectadas de patologías como la necrosis avascular o la pseudoartrosis.
En breve lo usaremos para otras patologías como defectos del cartílago y pseudoartrosis
¿Su uso en fracturas complejas o Pseudoartrosis?
Se están usando y con buen resultado.
El objetivo es curar hueso con hueso. Las células madre utilizadas en Traumatología proceden de la médula ósea, del interior del hueso. «En realidad llevamos mucho tiempo utilizándolas, sin saberlo. Al fin y al cabo, ponemos células madre cuando hacíamos injertos de hueso».
La cantidad de células que podía desprender un injerto sí cambia. Para que la terapia sea eficaz se necesita un concentrado celular determinado. Un sistema de centrifugado permite obtener la dosis necesaria para conseguir eficacia terapéutica.
Pensamos que hay mucho que investigar y desarrollar con las células madre , pero como dice el Dr. Ripoll:
Las células madre no son un pegamento que pueda usarse como ayuda a cualquier técnica traumatológica. La técnica tiene unas indicaciones precisas: fracturas no consolidadas, pseudoartrosis y necrosis de la cabeza del fémur. Estamos en contra de la utilización aleatoria de las células madre.
No confíar en recurrir a las células madre cuando todo falla. «No debemos pensar en ellas como un tratamiento a la desesperada. Es una terapia de elección».
Sin tornillos ni implantes Se puede soñar con que algun día las inyecciones de células madre sustituyan a las prótesis cuando la artrosis avanza. Quizá dentro de 50 años el conocimiento sobre el funcionamiento celular sea mayor y se puedan dejar de utilizar implantes metálicos y tornillos en las cirugías de traumatología.
«Hoy todavía es un sueño». Las lesiones del cartílago articular, tejido que evita el roce entre los huesos, tienen un difícil tratamiento. Su apuesta pasa también por las células madre, pero con una técnica especial que utiliza unos cilindros, cargados de las células reparadoras. Si se demuestra su eficacia podría sustituir a los cultivos y trasplantes de condrocitos, las células que forman el tejido cartilaginoso.
Fuente: Clínica Bernaldez